ARTIEDA NO REBLA
- operacionexodus
- 1 jun 2018
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Actualizado: 5 jun 2018
Miquel Font, Paula Rubio, Jordi Mateu y Cian O'Sullivan- BARCELONA.
Las aguas del pantano de Yesa, con una capacidad de 470 millones de metros cúbicos discurrirán por el canal de las Bardenas. El generalísimo, que se haya acompañado por los ministros de obras públicas, agricultura y gobernación, abre las compuertas. La aguas del pantano de Yesa podrán regar hasta 300 mil hectáreas que quedarán convertidas en una rega fèrtil y espléndida.
Este pasaje cubría la inauguración del embalse de Yesa por Franco , un 8 de abril de 1959. Los ciudadanos se reúnen en Bardenas y acogen con júbilo la presencia del generalísimo, en una de sus obras públicas señeras. El primer día de vida de un embalse que dará mucho que hablar.
Situada a la entrada de los Pirineos, el embalse de Yesa es la mayor superficie navegable de Aragón. Su enorme capacidad de agua tiene la finalidad el abastecimiento y la generación eléctrica. El trasvase de las aguas de Aragón por el canal de Bardenas, presuntamente, ha propiciado el regadío de gran parte de Navarra y Zaragoza
El aprovechamiento del río Aragón viene planteándose desde la Edad Media. Los antecedentes de lo que es hoy el embalse se remonta a unos 400 años, y su cronología se justifica a ritmo centenario. Ya en 1498 se le propuso al entonces rey de Aragón Fernando el Católico el desvió de aguas de ese río para usarlas como regadío. La primera gran referencia histórica.

En los próximos cientos de años se propusieron diversos proyectos en relación a canales para desviar el agua del río Aragón. Un canal hasta Bardenas para regar los terrenos de un futuro monasterio por aquí, o para desviar el río para que corriera por tierras aragonesas y así no pagar aranceles ni peajes a los navarros por allá. Suposiciones y proposiciones de proyectos. En 1865 se creó una sociedad para la construcción de un canal de riego que bajara hasta las Bardenas. La sociedad iba a ser la encargada de la construcción del canal a cambio de que se le cediera el uso de aguas, pero el proyecto se fulminó por nulidad de la concisión en 1880, al no haber empezado las obras.
En 1902, mediante Real Decreto, se propuso un Plan Nacional de Obras Hidráulicas en el que aparecía un complejo hidráulico conformado por diversos canales, cada uno de ellos con un pantano. El objetivo de este complejo era generar una gran superficie de regadío en pueblos de Navarra y Zaragoza.
En este sentido, en 1909 se encargó el estudio del proyecto de la presa de Yesa –uno de los canales y pantanos planteados- a la División Hidráulica del Ebro. El proyecto de la División tardó ocho años en ser aprobado, con el diseño de una presa de gravedad de más de 50 metros.
Tras la presentación de una alta gama de proyectos en los siguientes años, no es hasta 1926 que la Confederación Hidrográfica del Ebro entra en juego, con un nuevo planteamiento de construcción del embalse, ya que se estima que el embalse de Yesa sólo serviría para el regadío de Bardenas y la comarca de Cinco Villas. Este nuevo actor llega para quedarse. En el segundo plan de obras de la Confederación, después del proyecto inicial, se retrasan las obras al estimar que no se habían realizado convenientemente los estudios de régimen, caudal y traza del canal ni de la capacidad del embalse.
Finalmente, en noviembre de 1928 comienzan las obras de cimentación de la presa y se replantea el trazo del canal de Bardenas, ya solventados los problemas surgidos en el asentamiento.
Después de la Guerra Civil, en que las obras se detuvieron, se retomó la construcción. En un contexto político saturado y modificado por el conflicto bélico, se realizan un par de reformas del proyecto de la mano de René Petit.
Efectivamente. Renato Petit de Ory, más conocido por su apodo francés. Uno de los futbolistas más apreciados del fútbol español del 1910 a 1930 en su juventud. El exjugador del Real Madrid y Real Unión e internacional con la selección francesa fue más tarde el ingeniero que aprobó y dio el visto bueno final para la construcción del embalse de Yesa, una de las obras hidráulicas más importantes de Aragón y Navarra. Debido a este hecho René tiene dedicada una de las calles principales del pueblo navarro de Yesa, donde se encuentra la presa del embalse.
Así pues, quedan designadas las utilidades que se le van a dar al agua de Yesa de forma definitiva. El proyecto no se va a detener más y el embalse será inaugurado en el año 1959 y en 1960 entrará en servicio.
El cierre de las compuertas de la presa de Yesa provocó la despoblación de Ruesta, Tiermas y Escó, tres pueblos cuyas expropiaciones afectaron a más de 1500 personas -daños colaterales.
El Proyecto de Recrecimiento
En 1983 se hizo público un nuevo proyecto en la zona. Con la intención de mantener los regadíos originales y de proveer de agua potable a la ciudad y alrededores de Zaragoza, se plantea un recrecimiento del embalse. El volumen sería triplicado hasta llegar a los 1525 hectómetros cúbicos. El proyecto, desestimado en un primer momento, se aprueba finalmente en 1993.
La obra final conlleva la inundación total del pueblo de Sigüés, de los terrenos más importantes de los pueblos de Artieda y Mianos y de un trecho importante del Camino de Santiago.
Todas las obras relativas al caudal del Ebro y sus afluentes caen bajo la jurisdicción de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE). Las Confederaciones Hidrográficas son instituciones nombradas nombradas por el gobierno y dependientes del Ministerio de Medio Ambiente. La del Ebro, concretamente, presume de ser la la primera institución a nivel mundial dedicada a la gestión de una cuenca fluvial.
La CHE ha dejado su marca en mucho puntos y ha sido objeto de polémica durante años. “Un embalse es una especie de bomba, porque cae en un territorio y destruye todo lo que hay cerca” explica Miguel Solana, presidente de la Asociación Río Aragón, principal opositora del recrecimiento.
Miguel critica que la política hidrográfica en España ha dejado mucho que desear:
Con el franquismo se insistió mucho en la idea de llevar agua donde no la hay
La Fundación Nacional Francisco Franco presume de que el régimen multiplicó por diez el volumen de agua embalsada en España.
Sin embargo, en democracia se sigue apostando por los grandes proyectos hidrográficos. En Aragón, la CHE ha estado en el centro de todos ellos, destacando por supuesto el proyecto de trasvase del Ebro -finalmente rechazado, pero discutido todavía hoy.
La obras siempre tienen una justificación legítima -normalmente vinculadas al regadío o a las centrales hidroeléctricas. El embalse de Yesa es vital para el regadío de zonas más secas de Aragón y Navarra, conectadas por el canal que cruza las Bardenas Reales.
Estas justificaciones legítimas parten siempre de la voluntad de ayudar a muchos, aunque pueda suponer un sacrificio para otros. En Aragón, la construcción de embalses ha significado el desplazamiento de miles de personas. La cifra concreta es muy difícil de estimar, en muchos casos fue la expropiación de los terrenos la que acabó con la actividad económica del pueblo, obligando a marchar a los habitantes aunque sus casas estuvieran lejos del agua. Sin embargo, según la Asociación Río Aragón, Yesa ya ha provocado la marcha de 1850 personas, el embalse de Santa Ana otras 1115 y Jánovas -a pesar de que su embalse nunca se llegó a construir- perdió entorno a 1600 habitantes. El total está por encima de las 6.000. Todo esto en una Comunidad Autónoma que ya tiene problemas graves con la despoblación.
Rogelio Galván Plaza, funcionario del servicio informativo de la CHE, ha contestado a nuestras preguntas. Respecto a la trayectoria de despoblación que precede a la CHE dice que:
No estoy de acuerdo con esta visión de fondo. Es cierto que los embalses generan despoblación cuando inundan unos núcleos determinados. No obstante, en el caso del Pirineo y el mundo más rural, esta despoblación tiene mucho más que ver con la urbanización, por ejemplo.
El principal foco de la resistencia contra el recrecimiento no está convencido. Visitamos Artieda para entender por qué, a pesar de que su núcleo urbano no está directamente amenazado, se han negado tajantemente a la obra.
Artieda: cuando no es tan fácil
Según Galván Plaza:
Cualquier expropiación forzosa, en este caso por razones de interés público, se ha de compensar. Es el procedimiento habitual. En este caso los precios de compensación han estado por encima del nivel de mercado marcado. Estas compensaciones van mucho más allá de lo económico. Existen planes de restitución territorial, que dotan al pueblo de recursos prósperos (pabellones y demás infraestructuras), por ejemplo, en contraprestación por las tierras inundadas.
El procedimiento habitual es éste. Se notifica a los vecinos que sus tierras serán expropiadas. Se ofrece un precio, en ocasiones se negocia y el pantano se llena. Artieda ha rechazado todas las ofertas, alargando en gran medida el proyecto de recrecimiento. Culpan a los embalses de la despoblación en muchos puntos del territorio y se han negado a permitirlo en su pueblo. Pero ¿por qué Artieda?
Miguel vuelve a los orígenes del conflicto y cita a Emilio Gastón como una de las personas que contactó con ellos. Gastón, que falleció en enero de este año, fue una figura emblemática de la izquierda aragonesa, fundador del Partido Socialista de Aragón y Justicia de Aragón (Defensor del Pueblo). Entre otros, animó a los pueblos afectados a dar la cara y negarse a las expropiaciones. En un principio, tanto Mianos como Sigüés firmaron un artículo junto con Artieda negándose a la obra.
Según Miguel lo que cambió fue una mentalidad derrotista. Una vez tuvieron claro que la obra iba a ocurrir, Mianos y Sigüés se sentaron a negociar. Se llegaron a ofrecer hasta nichos para cementerios, pero a los particulares se les ofrecieron compensaciones económicas.
Ahora Artieda es el único pueblo -en el lado aragonés del embalse- que se resiste a la obra. Las distintas estrategias para hacer frente al problema han causado frustración en Artieda, donde predomina la sensación de que se han vendido. En Mianos, el alcalde, Javier Samitier (CHA), lo ve de otra forma. Le preguntamos por la naturaleza de las compensaciones:
“Han sido compensaciones económicas, [no quiso especificar de cantidad exacta], pero seguimos en la lucha, seguimos en los tribunales para que estas compensaciones sean mayores. No nos vamos a rendir”
Respecto a la actitud de Artieda, Samitier responde con empatía:
A ellos les ha afectado mucho y es normal su reacción. La entendemos
Sin embargo, también ha asumido los peligros de la despoblación, al igual que la CHE. Admite que la mayoría de jóvenes se van del pueblo, algo que en Artieda no están dispuestos a asumir.
Hablamos con Ánchel Reyes. Ánchel es sociólogo y está desarrollando un proyecto llamado Empenta Artieda -del aragonés, Empuja Artieda. Un proceso participativo “con la motivación de diseñar un futuro económico y social para el pueblo” según su informe técnico inaugural. En otras palabras: el ayuntamiento ha contratado a Ánchel y a su compañero Víctor Iguacel para intentar dar soluciones a la despoblación. Todo esto en un pueblo que en el último censo (2017) sólo tenía 75 habitantes.
La problemática del embalse, que en un principio debería haber empeorado la situación parece haber tomado otro rumbo. La respuesta particular de Artieda al rechazar las compensaciones y negarse al crecimiento ha solidificado la relación de la juventud con el pueblo. Adrián Solana es periodista y vecino de Artieda:
Hay un compromiso con el pueblo y eso, en parte, implica el quedarse a vivir aquí. Estaba en Chile hasta hace un año y decidí volver porque empecé a ver dinámicas positivas: estamos en un momento en el que todos estamos hablando de qué hacer y esto te anima a quedarte. Yo tenía ganas de venir a vivir aquí, pero si todo mi entorno, si toda mi cuadrilla estuviera hablando de irse pues quizá no habría apostado por esto
La juventud de Artieda llegó incluso a crear una plataforma paralela a la adulta: Aturando Yesa. Esta finalmente se integró de nuevo en la Asociación Río Aragón, pero dejó clara la naturaleza intergeneracional del movimiento.
La Asociación Río Aragón, por su parte, es la primera que planta cara al embalse y al recrecimiento y a través de ella se vehicula toda la resistencia a la construcción. El lado navarro del embalse, donde está la presa y el municipio de Yesa, había tenido una actitud más proclive al embalse.
El pueblo de Sangüesa, con 5.000 habitantes, es el más grande de la zona. De Sangüesa ha salido la plataforma Yesa + No Lanak Gelditu (“paren las obras”). Esta plataforma organiza el esfuerzo desde el lado navarro. Pero, como explica Miguel, no siempre ha sido así. En un principio se vio la presa como una medida de seguridad frente a una posible crecida del río, que ha provocado varias riadas en la historia de la ciudad. Entre estas destaca una en el siglo XVIII que dejó más de quinientos muertos.
La dimensión de la seguridad cambió radicalmente con la noticia de los deslizamientos.
La Seguridad
Los deslizamientos en las laderas de Yesa han sido un problema desde el comienzo de las obras en la zona. Tanto que en los años ‘30 se consideró abandonar el proyecto por una alternativa menor y complementada por un número de embalses pequeños.
Anunciado el proyecto de recrecimiento, el ayuntamiento de Artieda -entre otros, como el canal de Berdún- exigen un estudio geológico y sísmico serio. Tanto los materiales de las laderas, como el riesgo de terremotos preocupan a los expertos. El propio René Petit, ingeniero de la presa original, desaconsejó el recrecimiento citando estos problemas.
Antonio M. Casas Sainz, Doctor en Ciencias Geológicas y profesor del Departamento de Geología de la Universidad de Zaragoza y Mayte Rico, hidróloga del mismo departamento presentan en octubre de 1999 un informe titulado Estabilidad de laderas y riesgo de deslizamientos e inundación en el embalse de Yesa. El informe presenta las siguientes conclusiones:
1) El análisis geológico de las zonas con posibles deslizamientos en la zona sobre la que se sitúa la presa de Yesa muestra que existen graves problemas de estabilidad en la ladera sobre la que se asienta el estribo izquierdo de la presa. 2) Estos problemas de estabilidad están causados por un deslizamiento que afecta a los materiales en facies flysch. Por la morfología de las laderas y la deformación de las capas afectadas por el mismo, se puede deducir que la geometría del deslizamiento es de tipo rotacional, de modo que el conjunto del macizo se ha comportado como un suelo. El volumen de roca deslizable puede calcularse en unos 12 Hm3. La base del deslizamiento quedaría inundada en las condiciones impuestas por el recrecimiento del embalse. 3) El análisis de estabilidad del deslizamiento citado, muestra que ante condiciones de saturación de agua (llenado de embalse en el caso de recrecimiento del mismo o por sucesivos llenados y vaciados durante su explotación) o movimientos sísmicos, que en el dominio sismotectónico al que pertenece la zona estudiada han presentado intensidades máximas de VIII, la estabilidad de la ladera puede verse fuertemente afectada, y con ello la estabilidad de la propia presa. Los factores de seguridad obtenidos de este análisis se sitúan próximos a 1 o por debajo de este valor, incluso sin considerar las peores condiciones posibles, lo cual resulta inadmisible en una obra de este tipo. 4) La localidad de Sangüesa, situada sobre la terraza baja del río Aragón, aguas abajo de su confluencia con el Irati, es muy vulnerable a las inundaciones, como atestigua el registro de inundaciones históricas en la población, asociadas a crecidas del río Aragón, y algunas de ellas con un número elevado de víctimas. En caso de producirse problemas de estabilidad de laderas en la presa o en el vaso del embalse, las consecuencias para esta localidad serían catastróficas. 5) Por las razones anteriormente citadas, que no han sido tenidas en cuenta en el proyecto, el recrecimiento del embalse de Yesa conlleva un alto riesgo para las poblaciones situadas aguas abajo de la misma, especialmente Sangüesa. El riesgo debido a deslizamientos en el embalse de Yesa no es previsto ni valorado de forma suficiente en los informes presentados por el proyecto.
En los últimos años las obras parecen haber confirmado las sospechas. La acción de las obras al excavar la tierra y permitir la entrada de agua en las laderas dejan en una posición muy vulnerable a la presa y a las poblaciones que se encuentran aguas abajo.
Se producen deslizamientos en 2003 y 2004 -los últimos habían sido en los años ‘60. La aparición de grietas en el suelo hace que sean fácilmente visibles. Aun así, la CHE oculta detalles del deslizamiento de 2004 y del siguiente en 2006, que provocó la movilización de 3,5 millones de metros cúbicos de tierra hacia el embalse.
No fue hasta el año siguiente que un artículo de El Mundo reveló el deslizamiento de 2006, del que la CHE era plenamente consciente. Las grietas y deslizamientos continuaron, apareciendo de nuevo hasta 2014.
Preguntados por el peligro, Rogelio de la CHE asegura que:
La CHE sigue todos los protocolos de seguridad. El riesgo nulo en obras de este calibre no existe. En todas las presas hay diversos problemas. En la presa de Yesa, hubo complicaciones con un par de deslizamientos, pero se está monitorizando al detalle. De momento trabajamos en ello con tranquilidad, y se ha creado una situación de alarma demasiado excesiva por las circunstancias.
En abril de 2018 la ministra de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, Isabel García Tejerina daba la razón a la CHE en el congreso de los diputados, según la nota de prensa de la comparecencia:
[...] Asimismo, García Tejerina ha apuntado que recientemente se han licitado las obras de acondicionamiento de la ladera derecha, que tienen por objeto la consolidación de la zona. Según ha precisado, todos los análisis realizados en esta ladera confirman que no existen movimientos significativos. Por lo tanto, la ministra ha recalcado que la seguridad del embalse de Yesa está garantizada.
Estos problemas, entre otros, han hecho escalar el presupuesto de la obra de los 100 millones de euros a los casi 400 millones. Entre estos gastos -que justifican por la “volatilidad” del presupuesto en obras de este tipo- prometen que está la impermeabilización de las laderas del embalse.
A día de hoy
En relación con las obras, García Tejerina ha explicado que los trabajos de ejecución continúan a buen ritmo y alcanzan ya cerca del 90% del cuerpo de la presa. También ha indicado que la previsión es que la obra finalice en 2021
Según la misma nota de prensa de abril.
En Artieda se han pasado épocas de “orfandad” política en su causa. En los últimos años las cosas han cambiado. En el artículo del El Mundo que revelaba el desplazamiento de 2006, Luis Solana, alcalde de Artieda decía que:
Nosotros no estamos en alerta pues vivimos aguas arriba, pero cuando se enteren los de aguas abajo [por debajo de la presa, Navarra], que nunca nos han querido escuchar, me imagino que se asustarán, porque el agua del pantano está en su cota máxima con las lluvias y el deshielo de los últimos días
Su previsión se cumplió, y lo que en su momento fue una obra que prometía seguridad, ahora parece prometer lo contrario para lugares como Sangüesa. El lado navarro, que no está convencido por las medidas de la CHE, lanzó la mencionada plataforma Yesa + No. Un informe técnico solicitado por el gobierno navarro (GBai, EH Bildu, Podemos, I-E) a finales del año pasado ha pedido la paralización de las obras por “importantes incertidumbres sobre el estado de seguridad del embalse y de la ladera derecha”. Se ha exigido también la realización de un número de informes de estándar internacional antes de proceder con la obra, se esperan a lo largo de este año.
Al ejecutivo navarro se suma el apoyo de Podemos Aragón, que sostiene un gobierno socialista en las cortes autonómicas o el ayuntamiento de Zaragoza, de Zaragoza en Común. Chunta Aragonesista y otras formaciones aragonesistas como Puyalón se han negado a la obra desde un principio.
Para acabar
La polémica de Yesa, que acumula siglos de historia, parece estar a punto de terminar. Quizá sea por un informe que demuestre de forma evidente el peligro del deslizamiento o quizá sea por la finalización de la obra en 2021 -20 años después del comienzo de obras- como anunciaba la ahora ex-ministra.
Lo que ha quedado claro es que la CHE, con un aumento del 360% de su presupuesto inicial tiene una determinación enorme para terminar su obra, para la cual es capaz de justificar una opacidad enorme, incluso para cuestiones de seguridad ciudadana. Además de continuar con un legado importante a la hora de contribuir a la crisis del éxodo rural en Aragón.
Como se puede leer pintado en una pared de la entrada del pueblo, Artieda No Rebla. A pesar de lo avanzadas que están las obras, rendirse no parece ser una opción. Además, han tomado una actitud activa ante el problema, aprovechando la oposición para mantener unido al pueblo, luchando con métodos alternativos y originales también contra la despoblación.
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